La pandemia de COVID-19 pone de relieve la importancia de entender mejor los orígenes de las enfermedades infecciosas emergentes y sus complejas vías de transmisión entre la fauna silvestre, los animales domésticos y los seres humanos. También pone de manifiesto la necesidad de mejorar los esfuerzos multisectoriales a escala global para llevar a cabo una mejor vigilancia de la sanidad de la fauna silvestre en la interfaz humano–animal–ecosistema. En nuestras sociedades interconectadas y móviles, en las que las interacciones entre los seres humanos, la fauna silvestre y los animales domésticos son cada vez mayores, las enfermedades zoonóticas tienen graves consecuencias para la sanidad humana y animal y pueden tener repercusiones económicas y sociales significativas. Además, pueden perturbar ecosistemas enteros y provocar la pérdida de la integridad ambiental y la biodiversidad.

Los Servicios veterinarios son los responsables de garantizar la sanidad y el bienestar de los animales y suelen estar a la vanguardia de la gestión de las enfermedades zoonóticas. Pese a que estos desempeñan un papel fundamental en la reducción del riesgo de aparición y propagación de enfermedades en la interfaz humano-animal-ecosistema, muchos carecen de las capacidades y los recursos necesarios, así como de marcos reglamentarios y de colaboración multisectorial adecuados para apoyar los esfuerzos encaminados a prevenir la propagación de enfermedades relacionadas con la fauna silvestre. Según una encuesta realizada recientemente entre los Miembros de la  OIE, de los 150 que respondieron la encuesta 143 consideran que los Servicios Veterinarios deberían participar en la vigilancia sanitaria de la fauna silvestre y 149 opinan que estos deberían participar en dicha labor de vigilancia a lo largo de toda la cadena de valor o de suministro del comercio de animales silvestres. Estos resultados indican que los Servicios Veterinarios están interesados en desempeñar un papel activo en la gestión sanitaria de la fauna silvestre y que apoyan la iniciativa de la OIE de promover la sanidad de los animales silvestres en todo el mundo.

1. mejorar su capacidad para reducir, anticipar y gestionar el riesgo de aparición y transmisión de patógenos en la interfaz humano–animal–ecosistema
2. mejorar la detección temprana, la notificación y la gestión de las enfermedades que afectan a los animales silvestres.

 
El diseño del Marco se basó en una serie iterativa de contribuciones del Grupo de Trabajo de la OIE sobre la Fauna Silvestre, de los Miembros de la OIE (recabadas mediante una encuesta), del personal de la OIE en todo el mundo y de asociados externos.

La OIE debería estar dispuesta a asumir, junto con sus Miembros, el reto de garantizar que se atienda plenamente la sanidad animal en su conjunto para mantener ecosistemas sanos.

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(1) Los servicios ecosistémicos son las contribuciones directas e indirectas de los ecosistemas al bienestar de los seres humanos. Estos servicios, que contribuyen de manera directa o indirecta a nuestra supervivencia y calidad de vida, se pueden clasificar en cuatro categorías principales: suministro, regulación, hábitat y cultura. [The Economics of Ecosystems and Biodiversity (TEEB)]

Contacto: Sophie Muset, Coordinadora de Programa, Departamento de Preparación y Resiliencia, OIE