En el mundo Publicado en 2019-01-24 13:38:31
Acciones de la OIE
El banco de vacunas contra la peste de pequeños rumiantes
de la OIE
Una herramienta concreta al servicio de la lucha contra la peste de pequeños rumiantes
Palabras clave
Autores
Stéphane Renaudin (1)*, Emily Tagliaro (2) & Alain Dehove (3)
(1) Oficial de proyecto, Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)
(2) Jefe de la Unidad Fondo Mundial, Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)
(3) Director Financiero, Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)
* Autor para la correspondencia: s.renaudin@oie.int
La OIE ya cuenta con una estrategia, planes operativos y soldados voluntarios, a saber, la estrategia mundial de control y erradicación de la PPR, aprobada conjuntamente con la FAO, sus normas y recomendaciones, y sus expertos y centros colaboradores, respectivamente. Ahora bien, ¿qué hay del equipamiento adecuado?
Ya se han distribuido 50 millones de dosis para campañas de vacunación programadas y para hacer frente a situaciones de emergencia
Es precisamente a tal respecto que se puede destacar el papel del banco de vacunas contra la PPR de la OIE. Creado en 2013, este banco facilita el acceso del continente africano a vacunas de alta calidad. Para ello, es abastecido por productores de vacunas seleccionados mediante un proceso de licitaciones internacionales, y ofrece condiciones claras y transparentes a quienes desean beneficiarse de él. Además, constituye una herramienta complementaria a los procedimientos de compra nacionales, por lo que su utilización es voluntaria y a petición de los países. El mejor indicador de su éxito es la distribución efectiva de 50 millones de dosis de vacunas en cinco años, a las cuales se suman 38 millones previstos para 2018.
El mecanismo se ha puesto en obra principalmente a través de grandes programas que combinan la vacunación, la sensibilización y el fortalecimiento de capacidades. En primer lugar, formó parte del proyecto Normas para vacunas y enfoque piloto para el control de la PPR en África (VSPA), financiado por la Fundación Bill & Melinda Gates, que permitió la entrega de 10 millones de dosis a Burkina Faso, Ghana y Malí. En 2014 y 2015, Togo también pudo adquirir cuatro millones de dosis gracias a un proyecto del Banco Mundial. Por último, actualmente, en el marco del Proyecto Regional de Apoyo al Pastoralismo en el Sahel (PRAPS), financiado por el Banco Mundial, varios países de la región (Burkina Faso, Mauritania, Níger y el Chad) tienen acceso al banco de vacunas de la OIE.
La reciente entrega a Burundi en marzo de 2018 demuestra asimismo la utilidad del mecanismo en situaciones de emergencia. La notificación de casos de PPR en Burundi movilizó a muchos actores que optaron por utilizar el banco de vacunas de la OIE para beneficiarse de la entrega rápida y simplificada de 1,6 millones de dosis. Esta respuesta fue posible gracias al compromiso de las autoridades de Burundi (que organizaron campañas de vacunación) y del Banco Mundial (que aportó la financiación necesaria). El banco de vacunas es una herramienta que ha hecho posible la concretización de la voluntad política y de una labor concertada.
Las principales bazas del banco de vacunas de la OIE son su adaptabilidad, su flexibilidad y la calidad de sus vacunas. La FAO y el Banco Mundial han mostrado su confianza en este mecanismo al aceptar que los países acudan a él en el marco de los proyectos que gozan de su financiación.
Sin embargo, esta herramienta no pretende ser eterna, por lo que podría desaparecer una vez que todos los países estén equipados, es decir, cuando hayamos ganado la batalla. Mientras tanto, la OIE seguirá facilitando el acceso a vacunas de alta calidad a aquellos que las necesiten.
http://dx.doi.org/10.20506/bull.2018.2.2868