En la Estrategia mundial de control y erradicación de la PPR, así como en el Programa mundial de erradicación de la PPR: 2017-2021, aprobados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) en 2015 y 2016, respectivamente, se plantea la repartición en nueve regiones de los 76 países infectados o en situación de riesgo.

Dichas regiones se determinaron en función de las comunidades económicas regionales:

• la Unión del Magreb Árabe (UMA)
• la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Association of Southeast Asian Nations – ASEAN)
• la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC)
• la Organización de Cooperación Económica (Economic Cooperation Organization – ECO)
• la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO)
• el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG)
• la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (Intergovernmental Authority on Development – IGAD)
• la Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional (South Asian Association for Regional Cooperation – SAARC)
• la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (Southern African Development Community – SADC)

En cada región, de conformidad con la Estrategia y el Programa, se celebran reuniones regionales de forma periódica (cada dos años) en las que se evalúa la situación sanitaria de los países con respecto a la enfermedad. Dicha evaluación se basa en un enfoque gradual por etapas (cuatro etapas indicadas en la figura 1) y en la utilización de una herramienta específica: la PMAT (PPR Monitoring and Assessment Tool).

El resultado de estas reuniones regionales es la creación y la actualización de hojas de ruta en las que se indican los progresos de cada país hacia la erradicación, con miras al objetivo mundial fijado para 2030. Tales reuniones son organizadas por la FAO y la OIE por conducto de su secretaría conjunta para la PPR, en colaboración con las comunidades económicas regionales y los países.

El proceso se inició en agosto de 2015 y ha permitido la celebración de un primer ciclo de nueve reuniones regionales. El segundo ciclo comenzó en 2017 y debería finalizar a principios de 2019. Los avances realizados en la lucha contra la enfermedad han permitido actualizar el mapa de la situación mundial de la PPR, teniendo en cuenta también a los países reconocidos oficialmente libres de la enfermedad.

Por otro lado, a escala nacional, tanto en la Estrategia como en el Programa se recomienda la adopción de planes estratégicos nacionales para la erradicación de la PPR. Estos documentos, que deben ser aprobados por las autoridades competentes de cada país, incluyen en particular argumentos a favor de la erradicación basados en su impacto socioeconómico; una descripción de la organización de los Servicios Veterinarios; la visión y la estrategia formuladas por el país; un presupuesto estimado y una descripción del proceso de movilización de recursos dirigido a los diferentes socios. Hasta la fecha, más de la mitad de los países interesados dispone de un plan estratégico finalizado u oficialmente validado. La tasa de cobertura debería alcanzar los dos tercios a más tardar a finales de 2018 gracias al apoyo decisivo de la Oficina Interafricana de Recursos Animales de la Unión Africana (UA-IBAR).

La actualización continua de las hojas de ruta regionales para la peste de pequeños rumiantes, así como la validación y la aplicación de los planes estratégicos nacionales, constituyen los pilares del proceso de erradicación de la enfermedad y, como tal, forman parte central de la labor llevada a cabo por la FAO y la OIE, con el apoyo de las comunidades económicas regionales y de los propios países.

http://dx.doi.org/10.20506/bull.2018.2.2870