Las normas de la OIE son reconocidas como normas de referencia internacional en los ámbitos de la sanidad y el bienestar animal y de las zoonosis. Sin embargo, como ocurre con muchos instrumentos internacionales, los datos sobre su aplicación real siguen siendo escasos. El Observatorio de la OIE es un ambicioso proyecto, en gran medida sin precedentes entre las organizaciones internacionales, que busca aportar transparencia al uso de las normas de la OIE.

A fin de apoyar a la OIE en esta tarea, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) realizó un diagnóstico integral de la estructura normativa y de gobernanza de la OIE, en el que incluyó recomendaciones adaptadas que preparan el camino para el establecimiento del Observatorio [1]. El estudio de la OCDE muestra que la OIE no parte de cero, puesto que ya dispone de 13 mecanismos de recopilación de datos en los que el Observatorio puede basarse para comprender mejor el uso de las normas de la Organización.

Sobre esta base, la OCDE formuló tres conjuntos de recomendaciones:

1. Se deberían establecer objetivos claros para el Observatorio, lo que permitirá a la OIE obtener la información adecuada para adaptar sus esfuerzos de fortalecimiento de capacidades a las necesidades específicas de los Miembros y fortalecer la base empírica que sustenta sus normas.
2. El alcance del Observatorio debería apoyar el mandato principal de la OIE y utilizar los recursos existentes de manera más eficaz, aprovechando las fuentes de información actuales. Debería «empezar poco a poco», haciendo un seguimiento de las normas básicas, combinando la recopilación de información con el análisis, e involucrando a otros actores clave que reúnen datos pertinentes para las normas de la OIE.
3. El Observatorio debería producir resultados útiles que garanticen la transparencia de la información recopilada. En términos más generales, el Observatorio debería integrarse estratégicamente en la estructura de gobernanza de la OIE, contar con la participación de los Miembros para garantizar que se satisfagan sus necesidades y disponer de los recursos adecuados.

 
Otras organizaciones internacionales podrán extraer grandes aprendizajes de la experiencia de la OIE con la creación del Observatorio. Por lo tanto, la participación activa de la OIE en la Asociación de organizaciones internacionales para la elaboración eficaz de normas internacionales es oportuna y muy bien recibida.

Gracias a su propia experiencia en este ámbito, la OIE lidera actualmente los esfuerzos encaminados a obtener datos sobre las tendencias emergentes y las prácticas de aplicación innovadoras, colabora estrechamente con otras organizaciones internacionales y contribuye a la elaboración de un Compendio de Prácticas de las Organizaciones Internacionales [2].

De esta manera, la OIE, junto a otras organizaciones internacionales asociadas, contribuye a que el panorama normativo internacional sea cada vez más eficaz, transparente y coherente.

https://doi.org/10.20506/bull.2021.2.3282