Palabras clave
Publicación conjunta Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
2017
ISBN 978-92-95108-53-0
La tuberculosis zoonótica es una forma de tuberculosis humana causada principalmente por la especie bacteriana Mycobacterium bovis, perteneciente al complejo M. tuberculosis. Las implicaciones de la tuberculosis zoonótica van más allá de la salud humana. El microorganismo está adaptado al ganado bovino como huésped, en el que causa la denominada tuberculosis bovina, pero también causa tuberculosis en otras especies animales, algunas de ellas salvajes. La tuberculosis bovina tiene importantes repercusiones económicas y constituye una amenaza al sustento de las comunidades afectadas.
Ha llegado el momento de realizar un esfuerzo audaz y concertado por resolver colectivamente el problema de la tuberculosis zoonótica y tuberculosis bovina en el marco multidisciplinario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para 2016–2030 y de la Estrategia para poner fin a la tuberculosis de la OMS, cuyo objetivo es acabar con la epidemia mundial de tuberculosis antes del 2030. La Estrategia aboga por el diagnóstico y tratamiento de todas las personas con tuberculosis, y entre ellas hay que incluir a aquellas con tuberculosis zoonótica. Todo ello es respaldado por el Plan global hacia el fin de la tuberculosis 2016–2020: cambio de paradigma de la Alianza Alto a la TB, en el que se define a la población en riesgo de padecer tuberculosis zoonótica como una población desatendida que merece mayor atención.
La carga de la enfermedad humana no se podrá reducir si no se mejora la inocuidad de los alimentos y controla la tuberculosis bovina en su reservorio animal. El enfoque «Una sola salud» reconoce la interdependencia de la salud humana, la salud de animales y el medio ambiente, y aboga por la participación de todos los sectores y disciplinas pertinentes. La declaración hecha por los dirigentes del foro G20 en julio de 2017 bajo el lema Forjar un mundo interconectado hace un llamamiento a la aplicación del enfoque de «Una sola salud» para hacer frente a la propagación de la resistencia a los antimicrobianos y se destaca la necesidad de fomentar la investigación y el desarrollo en el campo de la tuberculosis.
Los primeros pasos hacia la conceptualización oficial de esta hoja de ruta se iniciaron en abril de 2016 en Ginebra, en una reunión organizada conjuntamente por la OMS y La Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias (La Unión) que contó con la contribución de destacadas organizaciones internacionales para la salud humana y animal, instituciones académicas y organizaciones no gubernamentales. En esta hoja de ruta pedimos una acción concertada con la amplia participación de los ámbitos político, financiero y técnico, y en particular de organismos gubernamentales, donantes, universidades, organizaciones no gubernamentales y sector privado. La hoja de ruta establece diez prioridades agrupadas en tres temas básicos. Para acabar con la epidemia mundial de tuberculosis para 2030 es necesario empezar a actuar ya. Se definen metas intermedias a corto plazo, para 2020, y a medio plazo, para 2025.