Los brotes de enfermedades graves son poco frecuentes, pero, cuando ocurren, pueden afectar a grandes sectores de la industria y ocasionar pérdidas importantes. Las compañías de seguros suelen contratar reaseguros contra estos grandes siniestros a fin de proteger sus balances.

Los desafíos que supone para una compañía de seguros proporcionar un seguro eficaz, asequible y sostenible contra una enfermedad animal son significativos, en particular en un entorno de bajos recursos. Uno de esos desafíos es la capacidad del productor de pagar la prima cuando los ingresos y los márgenes son bajos. A menudo, el Gobierno puede ayudar en tales casos subvencionando las primas de manera directa o indirecta. Tal vez el mayor desafío sea la capacidad de crear un buen producto de seguro en este tipo de entornos. La falta de datos fiables para cuantificar el riesgo, la infraestructura limitada o inexistente para administrar y ofrecer un programa de seguros, la mano de obra no cualificada y el acceso limitado al capital son tan sólo algunos de los problemas a los que se enfrentan los aseguradores en estas circunstancias.

Un programa de seguros eficaz mejora la preparación y la resiliencia de la industria ganadera en caso de brote de una enfermedad animal

A pesar de esos obstáculos, la introducción de un programa de seguros eficaz puede aportar numerosos beneficios. Aparte de la protección contra pérdidas imprevisibles, la mera existencia de un programa puede dar lugar a cambios significativos en las industrias involucradas. A medida que los productores comienzan a entender los riesgos, el asegurador puede exigir cambios para reducirlos y mitigarlos. Tales cambios, como la mejora de la bioseguridad y una gestión responsable de los animales, mejorarán, a su vez, la salud del rebaño. Con el tiempo, esta responsabilidad colectiva redundará en mejoras en el perfil de riesgo de la industria. Esto no sólo disminuye la probabilidad de que se produzca un episodio sanitario, sino que también reduce la volatilidad en caso de que ello llegara a ocurrir. Ambos factores clave conducirán a la reducción de las primas y a la mejora de la cobertura.

Además del beneficio adicional y sumamente importante de impulsar cambios sustanciales en la forma en que los agricultores gestionan el riesgo, un programa de seguros eficaz mejorará, por sí mismo, la preparación y la resiliencia de la industria en caso de brote de una enfermedad animal.

http://dx.doi.org/10.20506/bull.2020.2.3146