Perspectivas Publicado en 2021-08-16 11:23:40
Opiniones y estrategias
Encontrar un equilibrio entre los beneficios nutricionales y los riesgos de infección asociados al ganado en los países de ingreso mediano-bajo
Palabras clave
Autores
A.H. Havelaar(1)* & S.L. McKune(2)
(1) Professor, Emerging Pathogens Institute, Food Systems Institute and Department of Animal Sciences, University of Florida, Gainesville, FL (Estados Unidos de América).
(2) Research Assistant Professor, Department of Environmental and Global Health, Center for African Studies and Food Systems Institute, University of Florida, Gainesville, FL (Estados Unidos de América).
* Autor para la correspondencia: ariehavelaar@ufl.edu
Las designaciones y nombres utilizados y la presentación de los datos que figuran en este artículo no constituyen de ningún modo el reflejo de cualquier opinión por parte de la OIE sobre el estatuto legal de los países, territorios, ciudades o zonas ni de sus autoridades, fronteras o limitaciones territoriales.
La responsabilidad de las opiniones profesadas en este artículo incumbe exclusivamente a sus autores. La mención de empresas particulares o de productos manufacturados, sean o no patentados, ni implica de ningún modo que éstos se beneficien del apoyo o de la recomendación de la OIE, en comparación con otros similares que no hayan sido mencionados.
Crecimiento de los niños
Para crecer y desarrollarse normalmente, los niños necesitan llevar una dieta adecuada, estar protegidos contra las principales enfermedades y gozar de una buena salud intestinal. Los alimentos de origen animal son la mejor fuente disponible de alimentos de alta calidad y ricos en nutrientes para los niños pequeños [2]. La intensificación sostenible de la producción ganadera en los países de ingreso mediano-bajo (PIMB) ayuda a mejorar los medios de vida de los más pobres y puede contribuir a aumentar la disponibilidad y el consumo de alimentos de origen animal [3]. Sin embargo, las relaciones entre la posesión de ganado y el crecimiento infantil son complejas. Varios estudios señalan que existen efectos beneficiosos netos, pero otros parecen indicar que dichos beneficios pueden verse reducidos o incluso anulados por la exposición de los niños a las heces de los animales [4].
Salud intestinal de los niños
La «enteropatía tropical» o enteropatía inespecífica es un trastorno crónico asintomático de los intestinos asociado a entornos de pobreza y a condiciones de vida insalubres. La colonización del intestino por microorganismos patógenos y la malnutrición son importantes factores desencadenantes de este trastorno [5].
El estudio MAL-ED(1), un estudio de cohortes de nacimiento en ocho PIMB, reveló que las puntuaciones Z de longitud para la edad a los 24 meses se asociaban positivamente con la alimentación complementaria y negativamente con la diarrea y la colonización (asintomática) por enteropatógenos específicos. Entre estos, la bacteria Campylobacter fue el género encontrado con más frecuencia en las heces de los niños, en la mayoría de los casos sin síntomas clínicos. Se observó una asociación negativa importante entre la carga de Campylobacter en los niños y el retraso del crecimiento lineal [6].
La transmisión de la bacteria Campylobacter por el ganado se produce a través de los alimentos, del contacto directo con los animales o de la contaminación ambiental. En los países industrializados, la principal vía de transmisión son los pollos, que actúan como reservorios. Se dispone de muy pocos datos que describan los reservorios de Campylobacter o las vías de transmisión de la infección a los niños de los PIMB. Algunas investigaciones formativas realizadas en Etiopía han mostrado que los niños suelen estar colonizados por varias especies de Campylobacter e indican que los pollos y los rumiantes pueden ser importantes reservorios [7].
Conclusión
Los alimentos de origen animal son elementos fundamentales de una dieta saludable para los niños de los PIMB. Es esencial entender el funcionamiento de los reservorios y las vías de transmisión de los patógenos zoonóticos para gestionar de forma segura la producción ganadera y el consumo de alimentos de origen animal a fin de proteger la salud de los niños. El componente de salud humana del programa sobre «El impacto global de las enfermedades animales» (GBADs) se centra en la interfaz entre la salud humana y la sanidad animal y ocupa una posición idónea para contribuir a abordar este problema.
________________________________________
(1) MAL-ED: estudio sobre la etiología, los factores de riesgo, y las interracciones de las infecciones entéricas y de la malnutrición, así como sobre sus consecuencias sobre la salud y el desarrollo de los niños [6].
https://doi.org/10.20506/bull.2021.1.3257
Referencias
- Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Organización Mundial de la Salud (OMS), Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (Banco Mundial) (2020). – Levels and trends in child malnutrition: Key findings of the 2020 edition of the Joint Child Malnutrition Estimates. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO. https://www.who.int/publications/i/item/jme-2020-edition.
- Organización Mundial de la Salud (OMS) (2014). – World Health Assembly global nutrition targets 2025: stunting policy brief. http://www.who.int/nutrition/topics/globaltargets_stunting_policybrief.pdf.
- Adesogan A., Havelaar A.H., McKune S.L., Eilittä M. & Dahl G.E. (2020). – Animal source foods: Sustainability problem or malnutrition and sustainability solution? Perspective matters. Global Food Sec., 25, 100325. https://doi.org/10.1016/j.gfs.2019.100325.
- Headey D., Nguyen P., Kim S., Rawat R., Ruel M. & Menon P. (2017). – Is exposure to animal feces harmful to child nutrition and health outcomes? A multicountry observational analysis. Am. J. Trop. Med. Hyg., 96, 961–969. https://doi.org/10.4269/ajtmh.16-0270.
- Guerrant R., Deboer M., Moore S., Scharf R. & Lima A. (2013). – The impoverished gut—a triple burden of diarrhoea, stunting and chronic disease. Nat. Rev. Gastroenterol. Hepatol., 10, 220–229. https://doi.org/10.1038/nrgastro.2012.239.
- Rogawski Elizabeth T., Liu Jie, Platts-Mills James A., Kabir Furqan, Lertsethtakarn Paphavee, Siguas Mery, Khan Shaila S., Praharaj Ira, Murei Arinao, Nshama Rosemary, Mujaga Buliga, Havt Alexandre, Maciel Irene A., Operario Darwin J., Taniuchi Mami, Gratz Jean, Stroup Suzanne E., Roberts James H., Kalam Adil, Aziz Fatima, Qureshi Shahida, Islam M. Ohedul, Sakpaisal Pimmada, Silapong Sasikorn, Yori Pablo P., Rajendiran Revathi, Benny Blossom, McGrath Monica, Seidman Jessica C., Lang Dennis, Gottlieb Michael, Guerrant Richard L., Lima Aldo A.M., Leite Jose Paulo, Samie Amidou, Bessong Pascal O., Page Nicola, Bodhidatta Ladaporn, Mason Carl, Shrestha Sanjaya, Kiwelu Ireen, Mduma Estomih R., Iqbal Najeeha T., Bhutta Zulfiqar A., Ahmed Tahmeed, Haque Rashidul, Kang Gagandeep, Kosek Margaret N. & Houpt Eric R. (2018). – Use of quantitative molecular diagnostic methods to investigate the effect of enteropathogen infections on linear growth in children in low-resource settings: longitudinal analysis of results from the MAL-ED cohort study. Lancet Glob. Health, 6, e1319–e1328. https://doi.org/10.1016/S2214-109X(18)30351-6.
- Terefe Y., Deblais L., Ghanem M., Helmy Y., Mummed B. & Chen D. (2020). – Co-occurrence of Campylobacter species in children from eastern Ethiopia, and their association with environmental enteric dysfunction, diarrhea, and host microbiome. Front. Public Health, 8, 1–16. https://doi.org/10.3389/fpubh.2020.00099.